La topografía corneal realiza un análisis sistemático de la córnea que nos permite conocer su forma a fondo.
Los topógrafos modernos incorporan sistemas de proyección (discos de Plácido) y de elevación para conseguir un análisis más completo de la superficie anterior y posterior de la córnea.
Actualmente, una de las aplicaciones más importantes de la topografía corneal es que permite detectar de forma precoz éctasis corneales y realizar su seguimiento. El análisis del conjunto de datos aportados nos permite realizar un diagnóstico fiable, realizar un seguimiento y decidir la estrategia terapéutica más efectiva en función de la magnitud y la clase de astigmatismo (regular o irregular).
Sin embargo, la topografía corneal también es útil y fundamental antes de la cirugía refractiva corneal, en catarata refractiva para calcular la potencia de la lente a implantar, en queratoplastias y en alteraciones corneales, entre otros.
Ninguno de los valores por sí solo tiene un peso definitivo en el diagnóstico de una patología y es importante analizar todos los parámetros ofrecidos y la correlación clínica que aportan.
Para llevar a cabo este examen no es necesario realizar cuidados especiales al paciente. Basta con que tenga la superficie ocular bien hidratada. Los pacientes que llevan lentillas deben dejar de llevarlas durante los 10-15 días previos al examen para que no alteren los resultados.
