La presbicia, conocida comúnmente como vista cansada, es la pérdida progresiva de la acomodación, lo que comporta dificultad para ver con claridad los objetos cercanos. Afecta a todos los individuos a partir de los 40-50 años y habitualmente se corrige con gafas para visión de cerca o con gafas o lentillas progresivas.
Esta condición se debe a una pérdida de elasticidad del cristalino, la lenta natural del ojo, situado entre la córnea y le retina. El cristalino tiene la capacidad de acomodación, es decir, de enfocar los objetos en función de la distancia a la que están situados, pero con la edad pierde elasticidad y capacidad de enfoque, lo que da lugar a la vista cansada.