Los linfangiomas son lesiones congénitas que pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo, incluida la región periocular. Son lesiones benignas que normalmente están presentes desde el nacimiento, aunque puedan haber pasado desapercibidas hasta su debut años después.
Los linfangiomas están formados por conductos y cavernas linfáticas dilatadas llenas de líquido. Son lesiones ocupantes de espacio, por lo que cuando se presentan en la órbita ocular suponen un gran problema, ya que esta carece de espacio “extra” para distenderse y puede afectar a las estructuras responsables de la visión.