En la mayoría de las distrofias y degeneraciones corneales se detectan cambios en la transparencia de la córnea, provocados por la formación de depósitos de materiales anómalos. En algunos casos, cuando la córnea está más afectada en cuanto a la curvatura y el grosor corneal, se producen éctasis como el queratocono.
La incidencia de estas enfermedades es, en general, baja, aunque existen excepciones, como la distrofia de la membrana basal epitelial o la córnea guttata (distrofia de Fuchs), y su repercusión es muy variable: desde pasar completamente desapercibidas o ser simples curiosidades hasta provocar una pérdida de visión severa y constituir una indicación para el trasplante de córnea.
DISTROFIA DE FUCHOS
La córnea humana es la primera lente del sistema óptico ocular. Es un tejido de unas 550 micras formado por cinco capas. La última capa de la córnea es el endotelio, formado por una sola capa de células hexagonales que apenas tiene capacidad de regeneración. Las células endoteliales son las responsables de mantener la transparencia corneal.
La distrofia de Fuchs es una de las enfermedades principales que afectan al endotelio corneal.