Es muy importante tratar la disfunción de las glándulas de Meibomio a partir del momento en el que se diagnostica. Incluso cuando el paciente es asintomático, puesto que esta disfunción provoca un bloqueo, una atrofia o una inflamación de estas glándulas, responsables de la secreción de la capa externa de la película lagrimal. Si esta capa lipídica disminuye, la lágrima se evapora con mayor rapidez y deja el ojo menos protegido.
Para el tratamiento de las glándulas de Meibomio usamos la luz pulsada de alta intensidad junto con el masaje glandular.
La tecnología de la luz pulsada se aplica sobre la piel de la zona periocular, alrededor de los ojos y de los párpados. Estos impulsos logran estimular la circulación y las terminaciones nerviosas de toda el área. Con este tratamiento, las glándulas de Meibomio aumentan las secreciones, disminuyen la inflamación y la lubricación del ojo mejora. Es ambulatorio y consiste en 3 sesiones de unos 15 minutos aproximadamente.
Si la patología de las glándulas persiste, se puede programar alguna sesión de mantenimiento.