Es la técnica más común para la cirugía de catarata.
Con la aplicación de ultrasonidos se fragmenta la catarata. Se lleva a cabo una pequeña incisión de 2,2 milímetros, por la que se extrae el contenido opaco del cristalino y se coloca una lente intraocular de la potencia adecuada en cada caso con el objetivo de corregir el defecto refractivo asociado. Es una cirugía ambulatoria e indolora que se realiza con anestesia tópica.
Es necesaria la colaboración del paciente para que siga las indicaciones del doctor durante la intervención. En los casos en los que el paciente no pueda mantener la mirada fija, según las instrucciones del médico, se anestesia también la zona de alrededor del ojo con anestesia local.