Catarata

A pesar del esfuerzo considerable llevado a cabo en investigación, no existe ningún tratamiento farmacológico que prevenga o cure la catarata, con lo que el tratamiento definitivo sigue siendo quirúrgico.

La operación de catarata es la cirugía que se realiza más frecuentemente en oftalmología. La técnica quirúrgica de elección para extraer la catarata es la facoemulsificación, una cirugía que realizamos por microincisión y sin suturas.
Antes de la cirugía realizamos, de forma sistemática, un examen oftalmológico completo con topografía corneal, microscopía especular y biometría.

La intervención de la catarata es un proceso rápido e indoloro, efectivo y con escasos riesgos. La operación, que se realiza de forma ambulatoria y bajo anestesia local, consiste en extraer el contenido del cristalino opacificado y sustituirlo por una lente intraocular de la potencia adecuada para corregir el defecto refractivo asociado.

Existen distintos modelos de lentes intraoculares en función de las características del ojo.

• Las lentes monofocales tienen un punto de enfoque único: cerca o lejos. Al sustituir el cristalino por una lente monofocal, la visión de lejos mejora notablemente y se prescriben gafas complementarias para la visión de cerca.
• Lentes de profundidad de foco extendido (EDOF), que suponen una evolución de las lentes monofocales, ya que ofrecen mayores prestaciones con pocos efectos visuales indeseados.
• Las lentes que permiten corregir la visión de lejos, de cerca e intermedia son las lentes trifocales.
• Escogemos el tipo más adecuado en función de las características del ojo y las necesidades visuales de cada persona, según las preferencias, actividades o profesiones de cada una.

En el caso de elevado astigmatismo asociado usamos unas lentes especiales que lo corrigen y que denominamos tóricas. Éstos pueden ser, a su vez, monofocales o multifocales, según las necesidades de cada caso particular.

Pasada la operación, muchos pacientes notan una mejora extraordinaria, ya que la intervención mejora, además del defecto de la catarata, los defectos de tipo refractivo, como la miopía, hipermetropía y/o astigmatismo que puedan sufrir los pacientes.

En el Institut de la Màcula elaboramos un estudio personalizado de cada paciente. A partir de las conclusiones alcanzadas, elegimos la lente intraocular con mayor precisión refractiva para cada paciente, con el objetivo de conseguir la calidad de visión de mayor calidad después de la intervención.